martes, septiembre 12

remolino

Tengo el extraño presentimiento que todo lo que pasa
en esta vida, y en las que siguen
pasa por algo
lo siento en el medio del pecho
lo siento muy adentro
casi verosímil.
como si fuese algún tipo de ley o verdad absoluta.

También tengo esta extraña necesidad
que de a ratos me traspasa por todo el cuerpo
como rayos x
que es la de poseerte, como si cada vez te necesitara más
tanto pero tanto que me ahoga
me ahoga el silencio
me agobia el callar
me molesta ignorar la verdad, como si no existiese
o como si nada nunca hubiera pasado
todo parece un gran teatro
así como si fuesemos lindos y graciosos títeres de dios
pero por elección propia
actuar-actuar-actuar
algún día, y espero que lo tengas bien en claro
que me voy a desgastar
y como ya me conocés
voy a explotar de verdad
y así los hisopos van a atacar a todo aquel que se me cruce
o me tire alguna que otra mirada
mirá que hablo de aquellas miradas conocidas
pero no transparentes
porque.. ¿ como hacen las ideas para no mezclarse?
de la misma forma que los pensamientos se las ingenian
para no ser escuchados y se resguardan
dentro del inconsciente
ese gran e incomprendido inconsciente
no se si soy yo o mi inconsciente
el que te obliga a quedarte en mi mente
atado como por sogas invisibles
y no te deja salir por más que quieras
y ahí te quedás
y yo divago
y te veo hasta donde no estás
por ejemplo:
hoy escuché al rumor de tu cuerpo irse
así por el asfalto que quemaba, y vos muy tranquilo
demasiado desentendido con toda la situación
y no sabés como me puse


Todo de a poco se va dando como nunca lo planeé
pero yo recuerdo
haber soñado todo esto.

Besame.

3 comentarios:

fer. dijo...

ay ay, cada palabra que decis haces que se sienta..

bechitos

Anónimo dijo...

Tienes razón. Yo creo que quizás todos somos títeres de Dios porque, todos le pertenecemos y él tiene poder sobre nosotros y puede hacer de nosotros lo que quiera.

Besos amiga.

María (Letras) dijo...

Yo sé que las cosas ocurren por algo. Ella me lo dice. Sin palabras, me lo dice con señales pequeñas o grandiosas.
Y entonces yo puedo nadar en la soledad y en la tristeza sin peligro de romper el eje del mundo.
Ella me cuida.