discordia

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Se expropia toda personaldad, nadie tiene derecho a un juicio justo, porque carece de razón hasta el propio acusado. No se toma en cuenta lo que antes si, la incertidumbre va mucho más lejos, y es gris, las almas se unen en una luz bastante gris, y cada vez se va agrisando todo. Y yo aprendo cada nombre del gris, aprendo cada distinto matiz del gris y lo estudio de arriba a abajo.

[formación propia]

porque hay una gran diferencia entre lo que realmente se que hace pensando una persona, lo que pasa por aquella pequeña nuez dentro del gran cerebro, llamada amígdala (al conocerla) y lo que yo quiero y obviamente puedo objetar no tan subjetivamente al sentar seductoras e irrefutables bases. Yo se que si quisiera podría tal vez decirte al oido que el cielo en realidad es púrpura y vos caerías, inocente.

Inocente y no tanto, porque yo te mostre la línea y vos la cruzaste. Cruzaste todas y cada una de las leyes de la confianza, las violaste, y seguiste violándolas porque nadie te decía nada, nadie te advertía, lo disfrutaste.Te quedaste así, con las manos vacías, se te escapó de nuevo y no podés hacer nada y es la última vez, lo juro ante este dedal, que aparecés en este pequeño mundo de ocurrencias y vagos recuerdos míos.

Porque también se que con cada acción carente de sentido y de reflexión que vos realizás sin ninguna verguenza ante mis ojos, todos y cada uno de los días que van pasando, yo como persona las absorvo, archivo y por lo tanto crezco. Es tan interesante y a la vez productivo aprender de los tropiezos ( de vida tanto como de mente) de los demás, como con los de uno propio. Pero hay
que tener muy en cuenta (ojo) esto de la alienación, la revolución está en las mentes señores.


Mantenerse alejados de la masa, adquirir conocimiento y alejarse de la masa, desde acá no se distingue un buen porvenir para estos de aquí.

Y se (esto lo digo gritando) Se! que ciertamente lo que nos disgusta es algo cotidiano en nuestras vidas, y aunque no querramos se torna parte de ellas, tal vez encontramos muchas más cosas que nos distorcionan eventualmente de las que nos ponen en camino, y nos tenemos que ajustar a ellas.

Tal vez algún día las mentes más poderosas decidan salir a gritar congruencias y a abrir un poco más esos cubos de cemento tan pesados que abundan en esta selva.Lo digo por vos, por tus pendejadas de pendejo histérico, que ya es hora (miro el reloj y miro tu vida) de que las dejes de hacer. Digo, no?, me parece.