sábado, octubre 20

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...y cuando lo escuche cagar, dejé de amarlo.

miércoles, abril 11

que .

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Algo escupió mi ser, caì embadurnada de baba al mundo.
Cuando abrí los ojos, otros tantos ojos cerca, antes de que pudiera decir una palabra. Me acostumbré pronto a caminar usando las dos piernas. Se fue entretejiendo mi yo, pero todavía no entiendo qué es todo esto.
Siento el pegote de baba debajo de mis zapatos, debajo de cualquier zapato que esté usando. Veo tantos ojos que me ven, pero que no me miran. A veces me quedo callada y monologueo en mi cabeza sin ver ni una desembocadura de todo lo que quisiera descargar. Y tantas otras me deshago de toda mi humanidad, de todas mis falencias, me olvido de cada órgano de mi cuerpo y de cada cuerpo que me rodea. Anulo todo el gris que mi capacidad me permite.
Entonces así, mi sangre se torna río, mis brazos en ramas, mi cabello en un montón de hojas que cambian de color con el sol.
Y puede que solo de esta manera sea capaz de apreciar, la capacidad que tiene el mundo a veces, de embelesarme.

jueves, marzo 22

marihuana .

Me cansé, vamos con lo cursi...

A veces me golpea el agua fría y me doy cuenta que la vida está llena de magia, mierda.

martes, marzo 13

subiendo.

Pasa un poco el tiempo, mi memoria erra, entre fotografías al azar. Busco una unión que me ayude a armar ese camino que veo borroso y así poder empalmar las baldosas en la tierra, de la manera que más me guste.

jueves, marzo 8

Bendita sea la cantidad de cosas que ignoro.

lunes, marzo 5

otra vez.

Siempre regalé mis paragüas.

martes, febrero 28

amor.

Desde arriba me enceguece la luz. El mediodía me apunta directo a las pupilas, pero todavía puedo ver desde la cima de esta colina, miembro de la cadena de colinas que se alzan a los costados, el camino filoso de cactus que sorteé. Apenas me sangran los tobillos, pero tengo un angel negro que no se alimenta de mi sangre, sino de mi aliento y mi sudor. Me cuida con su luz de día y me mece en las peores tormentas tropicales.

Ahora puedo dormir tranquila.

martes, enero 31

la olla.

En la cueva otra vez, rodeada de algunas luces que no puedo tocar. Salidas que no puedo atravesar. Imaginándome otros tiempos venideros que no son este y que todavía no fueron. Cuando las raíces toquen el suelo y se alimenten de tanto barro, de tanta sangre. Cuando pueda despegar los ojos de estas cuatro paredes que absorven y ni siquiera pueda rozar tu piel con el recuerdo.

Seguro, cuando todo eso suceda, algo blanquísimo que lastime mis ojos y algún fuego que hierva van a hacerme feliz.

sábado, enero 28

agonía.

Toda la planicie del reojo en una agonía violenta. Rojo exagerado.
Humo entre el rojo exagerado.

imágenes y pausa.

El tiempo que trotanomeroza.




No puedo sentirlo.

domingo, enero 1

uno solo.

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Quisiera evitar

contemplar
al tiempo
y ver;

lo inmóvil, lo invencible

vencido y
apacible

yaciendo

en los laureles del recuerdo.



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