con pocas palabras puede sin duda decirse mucho... hay que contárselo a los neuróticos obsesivos que no paramos de hablar. esa gravedad de la voz de tu pensamiento, esa materialidad del significante en tanto puro sonido, en tanto compuesto por una estofa diferente a la de los los significados, con un peso que sin dudas debe ofrecer una tonalidad bastante espesa. en fin, un gusto. darío.
Is exactamente todo lo que no soñé. Y me lleno de pudor al confesar que aún revolotean esos 21 pajaros sobre mi cabeza, haciendo que me sonroje, que reafirme mi locura chinchuda, mi amor caprichoso por el libido y la miel, por la piel desnuda y los caramelos. Y así, volando, no flotando, intentando que hasta la vida tenga fines lúdicos, esto es lo que vomitan mis dedos. Estos dedos pecaminosos que también me hacen sonrojar. Y acá estoy siendo un gran todo de mi, un universo en miniatura y simple a la vista que gira y brinca en este giroscopio. Aca está mi sonrisa, mi corazón y mi jugo pancreático.
Emborrachense que es gratis.
.
2 comentarios:
con pocas palabras puede sin duda decirse mucho... hay que contárselo a los neuróticos obsesivos que no paramos de hablar.
esa gravedad de la voz de tu pensamiento, esa materialidad del significante en tanto puro sonido, en tanto compuesto por una estofa diferente a la de los los significados, con un peso que sin dudas debe ofrecer una tonalidad bastante espesa.
en fin, un gusto.
darío.
yo hablo con una voz más grave que la que pienso
en todo sentido
Publicar un comentario