pálido.

Yo pensaba que si no me apretaba la cintura no me querrías. Y me arrastraba con la cabeza en llamas, con mis orejas humeando.
Y realmente, realmente creía que las cosas iban a salir torcidas un centímetro a la izquierda o tal vez al revés directamente. Y creo que finalmente me enamoré pensando. Me tropecé, digamos. Estaba pensando y me enamoré. O me enamoré después de que vos me dijeras que estabas enamorado.
Pero nunca dejé de pensar, siempre pensando que ibas a salir corriendo, que no me ibas a ver completa a través de las persianas, de culos de botellas verdes, agujereadas. Desnuda, blanca, o los dos, siendo dos. Yo siempre pensando, vos amándome, y mi estómago retorciendosé por todo lo que me pasaba por la cabeza. Dejándome las uñas más largas de lo que podía soportar. Dibujandote en el polvo de los espejos. Enamorada de vos, vestida de verde.

pensando que.