La idea es. Es, está ahí y mi mano se le acerca como una tarántula ciega, digamos, flaqueando en cada pequeño hueco de silencio con el que se encuentra.
La idea es, y no la alcanza. Y repentinamente pienso que eso es algo bueno, que nos puede hacer bien, que, tal vez, sacaríamos algo productivo de este tropezón constante.
Si la idea está, y es de noche, y mi mano se recorre el mundo como una tarántula ciega intentando alcanzarla y no lo logra, entonces me da esperanzas.
Sí, bueno.
Es algo muy subjetivo, de donde se derivarían preguntas como " ¿cuál es la idea?, ¿en qué estaba pensando mi mano cuando se le ocurrió ir a buscarla? ¿porqué esto es tan importante como para tener que postearlo en el blog? ". No viene al caso
Es la maldita esperanza que tiene está maldita crédula, algún día (algún día...) voy a alcanzar la idea y me voy a aferrar a ella.
Espero que vos también.
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3 comentarios:
Interesante tu idea cuasi corporea..
ya que no la alcanzaste, te acordás al menos el color?
más o menos la forma? ni con un dedito la rozaste?
La próxima hacé como que no la ves por un rato, tenela ahí fija en el rabillo del ojo y cuando no se de cuenta... ¡pam! pensala.
Te amo mi amor.
nah, la voy a aplastar para que parezca moco verde sobre la mesa.
Aaaaaaaaawwwwwww. Ella siempre tan bonita.
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