martes, noviembre 6

goldmoon.

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No sé si era el tiempo detenido o yo que volaba por entre las ráfagas de olor a guitarra nueva y fresca. O navegaba en el elixir de madera, de sonido nato.
Qué impotencia chica, qué ojos grandes, y todavía no se puede.


Tendrá que ser más fuerte.


Apretando más los dedos, pensando que es el olor sin tiempo el que opta por desinflamar aquél cabo aún no atado que me causa. Todavía no puedo, impotencia de que el descorche del champagne quede tan lejos, se vea tan a la deriva, o esté tan cerca en el pasado, el recuerdo latente de aquella ultima sonrisa que no vi morir, vos sí.

Qué digo, si el olor me... droga, me fulmina el cerebro como si fuese tan frágil, pero no , no funciona pensar en otra solución, porque apreto los dedos y aún no sale.

Y se va, me va a dormir en un sueño eterno e insensible que va a terminar con desvenarme hasta la última que me quede, porque todo dí, hasta pagué con la sangre misma todos los pecados y los que aún no cometí.
Se me cortan los dedos apretando y pago de más, vivo de más, todavía no sale-

Tendrá que ser más fuerte.

En el medio se me vuela la cabeza hacia la no-respiración y el desperfecto pulmonar que me infringe caminar sobre esa soga que tiene como suelo la nada. Sólo un paso en falso basta para ser un mal recuerdo, sólo uno. Mucho vértigo y poca respiración. Golpes en la panza y el aliento que aún no sale, o sale en colores ocres y feos, sale mal. Sale mal porque ni tengo el aliento para apretar con los dedos que están a punto de cortarse, que tienden de un hilo, y no pueden, impotencia.


Tendrá que ser más fuerte porque es dificil sacar una bala
que nunca fue recibida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se que ya lo dije,pero me encanta ver la facilidad con la que te expresas y decis tantas cosas camufladas.

Bueno hermosa me voy a dormir,mañana nos vemos.

Te quiero de a muchos mas montones=).

Besoeso.