Un día, otro día que se va u otro día al azar que comienza, que no me dice nada, porque el tiempo me resulta lineal, básico. Es el tiempo el que me entibia la cara, me la arruga, me desgana enteramente. El tiempo me hace olvidar, me debilita y la fuerza es solo una ilusión que se va marchitando... se va marchitando. Voy hilando los suspiros de la noche, de la culminación del día y me empalagan, me resultan una montaña insostenible que se me cae encima de solo pensarla. Puntadas en la espalda, las pupilas tan pequeñas, tan agudizadas. -Les saco punta-
... Y a la vez tan lejos y tan intocable. Incalculable, lineal, pasa como el viento cuando dobla una esquina y se va corriendo porque no quiere mirar para atrás. Se me pasa el amor, me pasa como la piel de gallina de la desnudez, que va cambiando, que mi cuerpo va tomando forma de traje, de algo que deja de ser mío.
Y la importancia que cambia de objeto y las puertas de cerraduras y la gente de inquietudes, la gente que cambia de lugar.
Y se nos va apagando.
Todos nos vamos apagando.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
no creo te interese pero escribis loco y lindo me gusto tu blog saludos.josemaria
la musica puede estar en las palabras tambien,un gusto ....
Publicar un comentario