Esta todo sostenido por alfileres, y cuando el viento sopla se le ocurre apilar ladrillos en su contra. Quién hubiera pensado que la tensión provocó el regreso al estado original.
Y ahí se pregunta, qué es original?, qué pudiera haber sido de aquello? (aquello que no fue)
Como cuando se sentaba sobre las baldosas a coser vidrio, afilaba la aguja y zurcía uno por uno, solo para que la gente pudiese ver a través de ellos, de ellos y ellos todos juntos.
En esas noches ajetreadas pensaba en estrellarse contra el agua fría tan solo para ver como se sentía volver, dejar y creer que las manos no se le cortaban al coser a todos aquellos. Si era verdad que la gente podía ver a través de ellos o tal vez, solo tal vez, mirarlos y que no estuviesen rojos por la sangre de sus manos.
Y creía que algun día al tocar las teclas de aquél piano, no sonarían. Los instrumentos tienen derecho a olvidarse de sonar o sonar diferente. Debe ser aburrido escuchar desprenderse de la misma nota una y otra vez, hasta cree que se compadece o se lo ve compadecerlos, solo por los ojos.
Él, Alberto, Pedro, Juan, por si preguntan.
Balconeando y mirando cada cara mezclarse con las demás como si no hubiera diferencia, y realmente para él no las hay. Y qué sería eterno? Sus ojos creen que no la tiene si se los mira de revés (al alma)
Admirable como a pesar de todo el sigue cosiendo vidrios y la sangre que no sale y tendría que estarsele escurriendo de los ojos, así se pasa sus horas.
La gente mira los vidrios.
Él solo existe.
viernes, diciembre 29
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