sábado, noviembre 25

Los tiempos cambian

A los seis años me divertía pisando las hojas secas de la calle para ver si hacían ruidito.



Recién ahora sospecho
que no necesitaba nada más.

5 comentarios:

Unknown dijo...

me ha gustado mucho el blog, las letras, las palabras, las comas, los puntos, los acentos, los titulos, la refractaciones espirituales sobre el tejado donde maullan los gatos hambrientos de la tarde opalina.

no ahorre palabras, ni traje simplezas, espero no se ofenda.

Flor dijo...

No me ofendo.
Halagada me siento yo cuando personas como usted no se ahorran ni el vuelto.

Bienvenido.


(creo fervientemente que a veces lo complicado es lo más simple)

Ninfa Nocturna dijo...

Oh!!
Pisar las hojas secas!!
Uno de los grandes placeres de la vida
Como beber dos vasos de agua fresca cuando tenes mucha sed
o las hamacas
o despertarte y darte cuaenta de que áún podés seguir durmiendo!!

Un beso bonita!!
Nos vemos!

Unknown dijo...

La felicidad consiste en poder disfrutar estas cositas de nada. Darse cuenta de que uno esta vivo en estos actos. Y no dejar de jugar casi casi como a los tres años.

Un abrazo.

Flor dijo...

Si! eso.

Pero meterse tanto en el momento que uno pase a ser parte de èl, y eso sea todo lo que suceda. Quiero decir, que continùe y continùe y nunca canse.

No necesitar nada màs.