lunes, noviembre 13

1810. a un solo ósculo de despedida

Y ahí dijo: yo... enamorarme?. Negó.
Negó su cara
Sus manos
Sus ojos
El aire
El viento
El silencio.

Negó.

Recitó razones, argumentó con sus armas menos poderosas, las únicas que tenía y cuando la realidad le cerró la boca...
Ahí, cuando callar fue lo último que quedaba por hacer, lanzó improperios como balas de cañón pesadísimas, queriendo lastimar.
Ansiando matar aquellas voces de verdad que molestaban como moscas y lo hacían trastabillar en su mentira. Obligándolo a vivir de ella y tomar su ácido jugo verde, sólo para que ese agujero por hacerse le enseñara lo que ya tendría que haber comprendido desde un principio
Justo ahí, negó de nuevo.

Negó llorando
Riendo
Crispando las alas
Haciendo puchero
Lanzando miradas de dolor con punta de flecha
Escandalizado.

Negó.


Calló por fin y aún sin entender... desesperó. Las caras dándose vuelta alrededor una vez más. Paseando por ese puente infinito buscando aliados, buscando algún par de ojos que encontraran los suyos, o manos que abrigaran su espalda, dientes que por lo menos comieran su carne, eso sólo para sentirse vivir, sentirse existir o morir, pero sentirse al fin. Seguía así buscando ciego, con los ojos abiertos, con los sentidos puestos en la epidermis. Caminó desnudo con piel de gallina, sintiéndose desabrigado hasta de su fina y frágil piel. Se abandonó a si mismo cuando no sostuvo su creación, su ser, no se aguantó. Tropezó con el espejo.





...no a lugar, inmensidad de caminos cruzados en la historia de las vidas de la gente común
y realmente no se que es eso.

2 comentarios:

Ninfa Nocturna dijo...

Por eso mismo es que digo que te robaría tu capacidad de divagar...
tu capacidad de plasmar en un papel todo lo que te pasa por la cabeza, y quequien lo lea puda gozar haciéndolo mientras trata de entender ¡En qué diantres estabas pensando!
Te quiero mucho ninia!!!

Esther dijo...

Es un escrito fantástico.
No quisiera acabar así... ...es muy triste...

Un besito.