Me tropiezo en los ruidos. Me desarmo por la noche y me vuelvo armar con el primer bocinazo del colectiverodel bendito 26. Grato y bendito.
Bendito como todos los hombres que me aguantaron, que me dieron un orgasmo, benditos sean todos ustedes. Benditos todos los orgasmos que me llenaron de una felicidad irrisoria, transparente.
Malditas sean todas esas sábanas manchadas con sangre. A todas las veces que lloré y que olvido irrevocablemente.
Benditos todos los hombres que amaron mi cuerpo alguna vez, entonces.
Yo siento que me enamoré recién.
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