Tengo dos espinas. La espina dorsal y otra que me atraviesa de lado a lado pero no deja hueco para que me salgan salpicando los jugos gástricos, la sangre.
Y ojalá todo se fuera en un solo cause y me dejara como una bolsa de piel, tendida sobre la mesa. Hasta las ganas de vivir se van. Y salpica, salpica para todos lados, salpica y es un ácido que penetra en los huesos y fermenta y pudre.
Y resulta que algunos días soy ese hongo que crece en la bosta.
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1 comentario:
hoooongo! http://bit.ly/rtaJk
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