martes, julio 31

a medio paso.

Creo que son persistentes las ganas de irme a la mierda.

De dejar de sentir un poco, porque sí, yo siento. Ganas de agarrar todas esas pastillas y metermelas de una en la boca, poner cara de asco y luego... una sonrisa cuajada. Una sonrisa de despedida.

Dame 6 razones para vivir que no incluyan la palabra amor.

Dame el placer de no estar, de que no me duela, de no sentir al corazón tan lejos de mi, de no sentir que lo vomito todo a pesar de que hace varios días que casi no como.
Y no me importo-importa nada, eh.
Y no puedo escribir. Odio escribir sobre mi, odio a Kundera por hacerme sentir tan mal, a ella la odio por hacerme sentirme peor, odio mi vida.

Porque tengo ganas de tener por fin 18 años e irme, tengo el bolso preparado, tengo que buscar trabajo, tengo que buscarme un psicologo, tengo que salir de aca.
Porque te seguís regodeando en mis lagrimas, pareciera que te dan calidez, placer, sos un asco sos una mierda, me cagaste la vida 17 años. Nunca me entendiste, nunca trataste de entenderme, siempre con tus insultos, con desmerecerme, con odiar a la persona que tengo al lado, quien quiera que fuese. BASTA, vieja. No naci para ser tu hija, tendria que ser sordo muda.
No soy tu psicoanalista, no soy tu mierdita, como para que me grites así.
Pero sabés que es lo peor?, no sos mi unico problema.
Vos tambien viejo, tener que sacar todos los porros de tu casa fue una experiencia traumática, esa enfermedad... todas esas enfermedades.

Dame 10 razones para no morir, acá, ahora.

Y lo dejo aca. Porque las peores no las puedo contar, las peores no las puedo arrancar de mi.
Ya no me importa el porqué.