desde adentro.

Un cuarto de cielo como si fuera mentira que existe la realidad. Que existe este pesar que nos agobia, que no sabemos que es, pero está para desanimarnos.

Regalame ese cuarto de cielo. Envolvemelo como si fuera mentira que existe la realidad. Que existe este pesar que nos agobia, que no sabemos que es, pero está para desanimarnos. Parece una sorisa triste que cabalga por un lugar muy lejos que nunca voy a ver. Hoy soy un mueble mudo de ese lugar y veo doble.
No, no veo.
Mierda.

Porque yo queria ver, quería que vieses, quería que todos viesen y que fuese la obra de teatro menos concurrida en toda la historia de las caretas. Porque para buenas, tenemos muchas y para público tambíen.
Más besos violentos con el diablo, dios y el espíritu santo, sabés?. La vida danza mambo, pero hay que seguirle la corriente. Hay que encontrar ese cuarto de cielo que está escondido en algún lugar, que es solo tuyo. Y... devorarlo, porque sabe a nube porque es celeste, por lo que quieras.

Acordate que las lágrimas flotan en el reloj. Lagrimás de tiempo, le dicen...


Air.