No se trataba de eso. Era otra cosa lo que yo estaba tratando de decir. Las palabras suelen tener más sentido -para mí- si no salen de mi boca.
-Un poco más a la izquierda.
- ¿Me hacés un café?
- ¡Cuidado con el charco!
Se me hacen más reales.
martes, enero 6
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2 comentarios:
Hola, Florencia.
Generalmente suele suceder eso de que las palabras tienen sentido hasta que uno las dice...
Incluso a veces uno las siente de un modo, las dice de otro y se interpretan de un tercer modo, distinto (y hasta a veces opuesto) a los otros dos.
El mejor ejemplo es un "te amo".
Wow.
Es demasiado temprano para esto...
Besos
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