martes, enero 6

lengua.

No se trataba de eso. Era otra cosa lo que yo estaba tratando de decir. Las palabras suelen tener más sentido -para mí- si no salen de mi boca.


-Un poco más a la izquierda.
- ¿Me hacés un café?
- ¡Cuidado con el charco!



Se me hacen más reales.

2 comentarios:

Nicolás dijo...

Hola, Florencia.

Sandro dijo...

Generalmente suele suceder eso de que las palabras tienen sentido hasta que uno las dice...
Incluso a veces uno las siente de un modo, las dice de otro y se interpretan de un tercer modo, distinto (y hasta a veces opuesto) a los otros dos.
El mejor ejemplo es un "te amo".

Wow.
Es demasiado temprano para esto...

Besos