domingo, enero 18

angustia .

Las lágrimas se me llenaban de ojos que venían de todas partes. Me pesaba la cabeza aún sintiendola tan vacía. Me faltaba la bomba. Tenía ojos hasta en los nudillos, en todos los recovecos difíciles de limpiar con la esponja. Sentía una opresión, una opresión inmensa como un globo demasiado inflado.

Me dan miedo los globos. Nunca pude explotar uno.

Lo más triste de todo es que el único lugar que huele a casa es este blog. En ningún lugar me siento tan en casa como en este blog.


Terrible. Ya sé que no estoy bien, estoy esperando que sean las seis. Quiero que el sol me venga a cachetear.

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