lunes, junio 2

la cara hundida.

Esa hora y media de día (con día me refiero a todo lo anterior al pequeño segundo antes de que la noche me aplaste. O que el azul profundo. ) Esa hora y media de día que me regalaron para tapar el suplicio. Para anular la exageración de esfuerzo que mejor que la noche me aplaste.
Mejor que el azul profundo me trague, que me atropelle una estrella.
Y las avalanchas de papasfritas y las de gente con el ceño fruncido.
Y las horas que nunca se van como deberían.

4 comentarios:

Sandro dijo...

No se por que, pero me recordó una frase de un tema que dice:
"Largas son las horas
cuando malo es el momento
relojes sin agujas desangran
un desmadre de silencios"


Fucking miss u


Besotes

Sandro dijo...

Donde estas????

MiKaElA dijo...

Es precioso,

Besos

OSVALDO CHIAVAZZA dijo...

Excelente¡¡¡¡¡