Tantos días de sol. Tantos días sin sol.
Tantos días de sol que me perdí.
Por dormir, por comer, por beber.
Por cosas tan simples.
Razones que van y vienen, que se funden con otras razones para convertirse en razones indiscutibles.
Y en algún lugar de ahí estamos todos, todos y nosotros. Nosotros, todos (já).
Discutiendo, planeando, deliberando. Y afuera hay sol.
Hay sol. Y nos perdemos en las razones.
Nos vamos vaciando de razones y nos quedamos dentro.
Por.
domingo, junio 22
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1 comentario:
afuera hay sol. no es más que un sol, pero los hombres lo miran,
y después cantan
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