Is exactamente todo lo que no soñé. Y me lleno de pudor al confesar que aún revolotean esos 21 pajaros sobre mi cabeza, haciendo que me sonroje, que reafirme mi locura chinchuda, mi amor caprichoso por el libido y la miel, por la piel desnuda y los caramelos. Y así, volando, no flotando, intentando que hasta la vida tenga fines lúdicos, esto es lo que vomitan mis dedos. Estos dedos pecaminosos que también me hacen sonrojar. Y acá estoy siendo un gran todo de mi, un universo en miniatura y simple a la vista que gira y brinca en este giroscopio. Aca está mi sonrisa, mi corazón y mi jugo pancreático.
Emborrachense que es gratis.
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2 comentarios:
Vio es como yo le dije, nunca en mi vida alguien me dijo que mi teléfono le daba ocupado, sólo a usted le suceden esas ocurrencias.
(Dando por sentado que lo que me escribe es verdad… já)
Intente mañana nuevamente, a ver si de algún modo cortamos con esta “mística” tan particular que nos circunda.
(Extraño la)
esta sonrisa me delata
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