Una ola de frío se zambulle en mi pecho e inmediatamente doy dos o tres pasos para atrás, pero no puedo dejar mi cuerpo adelante.
Son esos días en los que me doy cuenta de que estoy caminando dormida.
Estoy en un vaso de agua, rodeada de burbujas de vejez, de mala onda. Rodeada de imágenes distorsionadas que no veo ni quiero ver.
Es ese 'no querer ver' lo que me tira para abajo, lo que me despierta y me adormece casi al mismo tiempo. Los desenlaces. Los enlaces. La 'realidad'.
¿La realidad?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
la realidad es una decisión personal.
Pues sumergete en la fantsía, como bien haces en este blog. Escribes muy bien
Publicar un comentario