sábado, septiembre 13

Lloré todo el camino de vuelta. El camino de vuelta siempre es más largo y feo; y yo, lo lloré.
Tendría que dejar de abrirte los paraguas en la cara, en la casa.
caracasa
cara de casa.

Tengo ganas de comer esos gusanitos de goma, tan bonitos. Y tirarme a dormir.

1 comentario:

10.21 dijo...

qué lindo llorar... desde hace como un año me hace falta llorar...

(abrazo).