El precipicio que aparece bruscamente luego de vaciar de un sorbo la taza de café.
martes, marzo 1
la mejor.
En las tinieblas, un éxtasis que efervesce. Sube desde los dedos de los pies, como el arroz, como la sofocación del asfalto de la ciudad. Tengo fragmentos de la pared hecha trizas en la nariz, tu dermis bajo las uñas. Magulladuras que me visten las piernas.
Is exactamente todo lo que no soñé. Y me lleno de pudor al confesar que aún revolotean esos 21 pajaros sobre mi cabeza, haciendo que me sonroje, que reafirme mi locura chinchuda, mi amor caprichoso por el libido y la miel, por la piel desnuda y los caramelos. Y así, volando, no flotando, intentando que hasta la vida tenga fines lúdicos, esto es lo que vomitan mis dedos. Estos dedos pecaminosos que también me hacen sonrojar. Y acá estoy siendo un gran todo de mi, un universo en miniatura y simple a la vista que gira y brinca en este giroscopio. Aca está mi sonrisa, mi corazón y mi jugo pancreático.
Emborrachense que es gratis.
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1 comentario:
Haces de un accidente, de un encontronazo, erotismo, y viceversa.
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