domingo, marzo 6

06

Despacio, la puerta.
La noche mengúa blanco
blanquísimo
todo lo demás se calcina
Yace en el tálamo
el día

es este tinte

tengo los ojos
encallados
Apenas percibo el pecho henchido
tanteo pared que me auxilie
trastabillo, el pecho
enmudece
en un

caos de
piernas aturdidas

aspiro coágulos de ceniza de
toda la ceniza
que retrocede
amedrentando al albar




2 comentarios:

Enrique Arias Valencia dijo...

Un tiempo para reflexionar.

Ezequiel dijo...

espero que tengas alguna idea, de lo que transmitis con tus textos..

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