El precipicio que aparece bruscamente luego de vaciar de un sorbo la taza de café.
sábado, febrero 5
Rodolfología.
Me estoy ahogando dentro del vaso de agua que tengo delante. El agua apenitas bailando por el movimiento del tecleo y el vaso tan estúpidamente inmóvil.
Is exactamente todo lo que no soñé. Y me lleno de pudor al confesar que aún revolotean esos 21 pajaros sobre mi cabeza, haciendo que me sonroje, que reafirme mi locura chinchuda, mi amor caprichoso por el libido y la miel, por la piel desnuda y los caramelos. Y así, volando, no flotando, intentando que hasta la vida tenga fines lúdicos, esto es lo que vomitan mis dedos. Estos dedos pecaminosos que también me hacen sonrojar. Y acá estoy siendo un gran todo de mi, un universo en miniatura y simple a la vista que gira y brinca en este giroscopio. Aca está mi sonrisa, mi corazón y mi jugo pancreático.
Emborrachense que es gratis.
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2 comentarios:
¡Yo también quisiera evaporarme!
¡Y aquí hace un frío espantoso!
Por lo tanto, tardaré en marcharme...
en un vaso de vino, es mas divertido
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