Alguna vez te mantuve en vigilia en la llanura de mi vientre. Nos mezclabamos como la tierra, nos uníamos como tierra y agua.
Un barro espeso que se derrama, se amalgama con el suelo, corre libre.
Se deja caer en la ladera del hoy, sin pensar dónde puede desembocar mañana.
1 comentario:
Bello y sublime.
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