Los enredos me agobian. Algunos le dicen destino, otros, mera casualidad y otros 'mala leche'.
La vida tiene un -a veces sutíl- estilo para poder compaginar hasta las cosas más insólitas en una gran maraña de hilado fino.
Una gran huelga de ovejas esquiladas, por favor.
martes, enero 18
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1 comentario:
Saludos de una ovejuela perdida.
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