Hormonas masculinas.
Estoy rodeada de hormonas masculinas que tienen brazos. En los brazos tienen manos. En las manos tienen dedos. Entre los dedos, un joystick.
Cinco hormonas masculinas, que mascullan entre cerveza y maní, palabras gruesas, un carraspeo casi escupido, vomitado diría.
La cerveza sabe bien, sabe bien desde que el frío del vaso desentona los labios del ambiente, la lengua se anticipa. La cerveza entre los dientes, ahogando la lengua.
Te acercas de repente y puedo sentir el aroma a cerveza antes de que te aproximes completamente, te alejás a priori de que pueda decirte algo o simplemente mirarte.
Es esa necesidad que tenés, que tienen todos.
Tal vez es la cerveza, no sé.
lunes, junio 15
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