Fueron dos o tres pasos los que resté y un minuto. Luego, de vuelta, caminé.
No pasaron ni dos cuadras que seguía teniendo tu aroma en mi boca, en mi cuello, en mi piel entera. Mi piel era una evidencia y tener esa evidencia me obligaba a aceptarte.
Habías ultrajado mi piel toda la noche y como si fuera poco me dejaste un sutil recordatorio.
Y.... PAF! Me desperté.
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3 comentarios:
UF!!! la de veces que uno sueña esas cosas y tiene que despertarse para afrontar la triste realidad.
por suerte a la tarde están las rikitas para hacer de este un mundo mejor.
Besos! Chulian
http://pasalayquenovuelva.blogspot.com
Guau. que gran manera de combinar las palabras..!
Me encanto como jugaste con las palabras en Destete..
La verdad, un aplauso para ti!
Y un saludo =)
ei, gracias.
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