Intento alejarme constantemente de los espacios blancos, como ausencia. El blanco como la ausencia de un todo, como de ese sueño insípido que nunca me acuerdo a la mañana siguiente.
La mañana siguiente, el precipicio. El blanco, la ausencia.
Tengo las ideas amontonadas como nudos de hilo viejo tirados en el fondo del costurero. Y tanto polvo por ahí.
Tanto tanto polvo.
domingo, julio 12
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