Construiste escalones. No sé con qué. Escalones de promesas uno inmediatamente después del otro, bien apilados, para que yo suba.
Yo piso y se rompen y me caigo y me lastimo y siempre es el mismo recorte de la película que se repite tantas veces.
Me alimento de caramelos mediahora. Desagradables.
Me saco la piel para abrazarte y me muero de frío en Nepal. Basta.
Basta
BASTA.
Basta como los puntos
como se terminan las canciones estúpidas que me fuerzan a levantarme
y cambiar la estación de radio
Basta como se rompe un lápiz, así, quiebre violento que corta el silencio. El lápiz se rompe porque lo apretaste muy fuerte
tan fuerte
que
finalmente
me dejaste desnuda en Nepal.