Caminé unas cuantas cuadras antes de darme cuenta que iba en la dirección contraria. Al revés, siempre al revés, al revés del viento, de la gente. No para la gente de darme codazos, de meterme las uñas bajo las pupilas a ver si me duele y de casualidad miro un poco. Un poco lo que tengo al rededor. Mi vida es una jeringa de anestesia, pero de esas jeringas bien gordas. Estoy durmiendo, me duele la cabeza.
Soy un tango lánguido que se derrama por el cordón de la vereda.
...y me estoy aburriendo. Siempre que me aburro se pudre todo, vió?
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1 comentario:
Holaaaaa:) jajajaj a bueeee:P mira hasta donde me lleva esto ehhh
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